

Con un valor de mercado que supera los 3,76 billones de dólares, Nvidia rompe récords en Wall Street y consolida su liderazgo global impulsada por la explosión de la inteligencia artificial. Inversores, analistas y gobiernos la señalan como el núcleo de una nueva revolución tecnológica.
26 de junio de 2025.
Nvidia ha alcanzado un nuevo hito. El fabricante estadounidense de chips especializados en inteligencia artificial (IA) cerró el miércoles 25 de junio con una capitalización bursátil de 3,76 billones de dólares, lo que la convierte oficialmente en la empresa cotizada más valiosa del mundo. El ascenso le permitió superar a gigantes como Microsoft (3,65 billones) y Apple (3 billones), marcando un punto de inflexión en el mapa tecnológico y financiero global.
El precio de las acciones subió un 4,33% en la jornada, cerrando en 154,31 dólares, empujado por una nueva ola de optimismo de los inversores por el potencial a largo plazo de la IA. El impulso fue alimentado, además, por un informe de Loop Capital que elevó el precio objetivo de la acción a 250 dólares, destacando que Nvidia está “a la vanguardia de una nueva fase de demanda más fuerte de lo previsto” en el sector de la IA generativa.
Desde el lanzamiento de sus resultados trimestrales en mayo, Nvidia ha experimentado un crecimiento del 14% en su cotización, desafiando incluso las restricciones impuestas por Estados Unidos a la exportación de chips a China. Estas limitaciones, que apuntaban a frenar el desarrollo de compañías emergentes como DeepSeek, no han impedido que Nvidia mantenga su fortaleza, gracias a contratos estratégicos en países como Taiwán y los Emiratos Árabes Unidos.
Jensen Huang, CEO y rostro visible de la empresa, celebró el crecimiento señalando que “la demanda global de infraestructura de IA es increíblemente fuerte”. En su discurso ante accionistas, comparó la importancia de la inteligencia artificial con otras infraestructuras fundamentales como la electricidad e internet, y afirmó que “la adopción masiva de agentes de IA acelerará aún más la demanda de capacidad computacional”.

El fenómeno Nvidia no solo responde al entusiasmo de los mercados. El crecimiento está respaldado por cifras concretas: en el primer trimestre de 2025, la compañía generó ingresos por 44.100 millones de dólares, con una ganancia por acción de 0,81 dólares, frente a los 26.000 millones y 0,61 dólares del mismo período en 2024. Este desempeño financiero refuerza la narrativa de que Nvidia es el núcleo de una transformación global impulsada por la inteligencia artificial.
Analistas como Sam Stovall, de CFRA, subrayan que el crecimiento de beneficios de Nvidia sigue siendo sólido, y que, a pesar de su elevada valoración, la acción continúa atrayendo nuevos inversores. “Nvidia se mantendrá en la cima por un tiempo”, declaró.
Además de su atractivo financiero, la empresa mantiene ratios relativamente sostenibles. Su relación precio/ganancias estimada a 12 meses es de 31 veces, inferior a su media histórica y solo levemente por encima del Nasdaq 100. El ratio PEG (precio/crecimiento), que se sitúa en 0,9, es el más bajo entre las “Siete Magníficas” del sector tecnológico, lo que sugiere que el precio aún podría subir sin perder fundamentos.
El respaldo del mercado también se refleja en las carteras de inversión: más del 74% de los fondos que solo operan con posiciones largas poseen acciones de Nvidia, aunque sigue por detrás de Microsoft, Apple y Amazon en cuanto a tenencia institucional.
Más allá de los números, el ascenso de Nvidia refleja un cambio estructural. La inteligencia artificial se perfila como una nueva plataforma económica global, y Nvidia ha logrado posicionarse en el centro de esa revolución. Huang lo explicó de forma clara: “Estamos al inicio de una gran actualización de infraestructura tecnológica. Esto apenas comienza”.
Las proyecciones a futuro son igual de ambiciosas. Según Loop Capital, el mercado de chips de IA podría alcanzar los 2 billones de dólares en 2028. Si se confirma esta tendencia, Nvidia no solo se consolidará como líder del sector, sino que podría convertirse en la primera compañía en alcanzar una capitalización de 6 billones de dólares.
En resumen, lo que comenzó como una empresa centrada en tarjetas gráficas para videojuegos ha evolucionado hasta convertirse en el eje de una revolución global. Y mientras la IA continúa expandiéndose a todos los sectores —desde la salud hasta la educación y las finanzas—, Nvidia promete seguir rompiendo techos en Wall Street y más allá.