Aunque Milei apuesta por la apertura y Trump por el proteccionismo, ambos buscan romper con recetas que colapsaron sus economías.
Estados Unidos en Argentina
14/04/2025
Buenos Aires, Argentina – Apoyar a Javier Milei y Donald Trump al mismo tiempo parece una contradicción: uno abraza la apertura al mundo, el otro el proteccionismo. Sin embargo, ambos líderes responden a un contexto común: economías colapsadas por políticas fallidas, como el proteccionismo que arruinó a Argentina y los aranceles de Trump que, irónicamente, replican el «peronismo» que él mismo criticó.
Milei: Apertura como salvación de un país arruinado
Argentina llegó a 2023 con una inflación del 200%, 40% de pobreza, y un déficit fiscal del 15% del PIB, según el Cato Institute. Décadas de proteccionismo, subsidios y controles de cambio —herencia del peronismo— asfixiaron la productividad. La inversión en innovación fue solo del 0,6% del PIB, frente al 2,4% de los países de la OCDE, según la CEPAL. Milei, al asumir, apostó por desregular y abrir la economía: eliminó ministerios, redujo el gasto público en un 28%, y logró un superávit fiscal en 2024, el primero en 14 años. Este enfoque, aunque doloroso, empieza a mostrar resultados: la pobreza bajó al 37% en el segundo semestre de 2024, según INDEC.
Trump: Proteccionismo que imita lo que critica
Por otro lado, Trump aplica aranceles del 145% a bienes chinos y del 10% a importaciones latinoamericanas, según el Departamento de Comercio. Su discurso de “proteger la industria nacional” creó 450,000 empleos en el cinturón industrial de EE.UU., pero a un costo: la inflación alcanzó el 6,8% en 2025, la más alta en cuatro décadas, según el FMI. Trump amenazó al mundo con “hacer peronismo” al imponer barreras comerciales, pero estas políticas, similares a las que colapsaron a Argentina, están generando tensiones globales. La UE paga un 30% más por GNL estadounidense tras sanciones al gas ruso, y empresas como Tesla enfrentan costos un 40% mayores por la escasez de tierras raras chinas.
¿Por qué apoyar a ambos?
Apoyar a Milei y Trump no es una contradicción si entendemos sus contextos. Argentina necesitaba romper con el proteccionismo peronista que la llevó a la ruina: controles de precios, aranceles y subsidios insostenibles que aislaron al país del mundo. Milei, con su apertura, busca reintegrar a Argentina al mercado global, atrayendo inversión extranjera y reduciendo la dependencia del Estado. Trump, en cambio, responde a una economía estadounidense que, aunque líder, enfrenta la desdolarización y la competencia china. Sus aranceles, aunque problemáticos, buscan preservar el dominio del dólar, que aún representa el 60% de las transacciones globales.
Una paradoja con visión estratégica
Milei y Trump, desde enfoques opuestos, comparten un objetivo: corregir modelos económicos que fracasaron. El proteccionismo de Trump puede ser un “peronismo a la americana”, pero en el corto plazo protege empleos en un contexto de guerra comercial con China. Milei, al abrir la economía, arriesga una transición dolorosa, pero sienta las bases para un crecimiento sostenible. Apoyarlos implica entender que las recetas económicas no son universales: lo que salvó a Argentina del colapso podría no funcionar en EE.UU., y viceversa.
