En un movimiento inusual, Nicolás Maduro viajó a Rusia usando cuatro aviones, tras la incautación de su aeronave en República Dominicana.
6 de mayo de 2025
Caracas, Venezuela — Nicolás Maduro viajó a Rusia en un operativo que involucró cuatro aviones, una estrategia para evitar ser rastreado tras la reciente incautación de su aeronave en República Dominicana, en un contexto de creciente presión internacional.
Una operación aérea para despistar
El 5 de mayo de 2025, Nicolás Maduro partió de Caracas rumbo a Moscú en un operativo poco convencional: utilizó cuatro aviones para ocultar su ruta y evitar ser detectado. La maniobra incluyó vuelos simultáneos hacia distintos destinos antes de converger en Rusia, un movimiento que fuentes cercanas al gobierno venezolano describieron como una medida de seguridad extrema. Este viaje se produce semanas después de que EE. UU. incautara un Dassault Falcon 200, usado por Maduro, en República Dominicana el febrero de 2025, y otro avión en septiembre de 2024, ambos por violar sanciones estadounidenses.
Para el dictador, esta es una jugada temeraria y arriesgada, pues debe usar rutas de Africa para eludir paises que puedan hacer efectiva la recompensa por su captura ordenada en Estados Unidos por Narcotrafico
Contexto de tensión internacional
El viaje de Maduro a Rusia refuerza la alianza entre ambos países, que se ha fortalecido desde las sanciones impuestas por Occidente tras la crisis en Ucrania. Rusia ha sido un aliado clave para Venezuela, especialmente en el sector petrolero, con inversiones que buscan contrarrestar el impacto de las sanciones. Este desplazamiento ocurre en un momento de alta presión para el líder venezolano, tras el asalto electoral de julio de 2024 y las críticas de la oposición liderada por María Corina Machado y Edmundo González, quienes han denunciado su gestión y su relación con potencias como Rusia y China.
Relaciones estratégicas y críticas internas
La visita de Maduro a Moscú busca consolidar el apoyo de Vladimir Putin en medio de tensiones internas y externas. En 2019, Rusia envió tropas a Caracas para respaldar a Maduro durante un intento de levantamiento, y en 2023, se anunció una visita para profundizar la cooperación en el sector energético. Sin embargo, la decisión de usar cuatro aviones ha generado burlas y críticas en redes sociales, donde usuarios lo acusaron de actuar con miedo y de despilfarrar recursos públicos en un país sumido en la crisis económica, con una inflación que supera el 50% anual.
El dictador bajo presión global
El uso de cuatro aviones para despistar refleja el nivel de paranoia de Maduro ante la presión internacional, especialmente tras las sanciones de EE. UU. y la vigilancia de su círculo cercano. Mientras Rusia ofrece un refugio diplomático, la maniobra ha sido interpretada como un intento desesperado por mantenerse fuera del radar de potencias occidentales. Este episodio pone en evidencia las dificultades de Maduro para operar en un contexto global hostil, mientras su relación con Putin se fortalece, pero a un costo político y económico que podría agravar la situación interna en Venezuela.
