El exdiputado y dirigente de Primero Justicia, Juan Guanipa, fue arrestado este viernes en Caracas. Estaba en la clandestinidad desde julio. El chavismo lo vincula con un supuesto plan para colocar explosivos en infraestructuras estratégicas.
Juan Pablo Guanipa, exdiputado de la Asamblea Nacional de 2015 y figura clave de la oposición venezolana, fue detenido este viernes 23 de mayo por cuerpos de seguridad del Estado en Caracas. El anuncio fue realizado por el ministro de Interior, Justicia y Paz, Diosdado Cabello, quien afirmó que Guanipa formaba parte de un presunto grupo que planeaba ataques con explosivos para boicotear las elecciones legislativas y regionales del próximo domingo.
“A raíz de la detención del señor Juan Pablo Guanipa hemos encontrado en distintas visitas domiciliarias armamento, C4, dinero en efectivo, teléfonos y una laptop con información del supuesto plan”, aseguró Cabello durante una rueda de prensa transmitida por Venezolana de Televisión. Añadió que ya hay 70 personas detenidas, incluidos ciudadanos extranjeros, y señaló a Guanipa como uno de los principales articuladores del supuesto plan.
El operativo, en el que participaron agentes encapuchados y fuertemente armados, fue registrado en video y difundido por los medios estatales. En él se ve al dirigente opositor esposado y con chaleco antibalas, rodeado por fuerzas de seguridad. “Él se ufanaba, se burlaba, se creía intocable, invisible, pero los organismos de seguridad del Estado venezolano han demostrado que aquí no hay nadie invisible”, sostuvo Cabello.
En simultáneo, un mensaje fue publicado en u cuenta de X (antes Twitter) de Guanipa, el cual dejó preparado en caso de ser detenido. En su carta, el político zuliano afirma que su arresto constituye un “secuestro motivado por el miedo del régimen al pueblo venezolano”. Agrega que “a pesar de años tratando de quebrarnos, los venezolanos nunca abandonaremos nuestro ADN democrático”.
Guanipa estaba en la clandestinidad desde el año pasado, tras una ola represiva posterior a las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024. En ese entonces, más de 240 dirigentes políticos opositores fueron detenidos, mientras que otros, como Freddy Superlano o Roland Carreño, optaron también por ocultarse.
El 9 de enero de 2025, reapareció brevemente junto a María Corina Machado en una manifestación contra la toma de posesión de Nicolás Maduro para un tercer mandato. Esa acción, considerada de alto riesgo por el entorno opositor, marcó su última aparición pública antes del arresto.
En su carta, Guanipa expresa que no tiene certeza de lo que ocurrirá con él en las próximas horas, pero afirma: “Estoy más seguro que nunca de que la victoria final será para nosotros, el pueblo venezolano”. La misiva culmina con un mensaje cargado de esperanza: “Viva Venezuela Libre”.
Un video en la misma tónica fue difundido en redes sociales afines al líder opositor, donde en palabras de aliento al pueblo de Venezuela anunciado que ha «sido secuestrado por el régimen de Nicolás Maduro», por una cúpula que se mantuvo del poder a pesar de la demostración popular del 28 de julio. «Qué grandes somos los venezolanos. 25 años con una vida humillada por un régimen dictatorial presidido por Chávez y Maduro, y todavía estamos acá en pie de lucha dando la pelea».
Por su parte, el régimen chavista insiste en que los detenidos, incluidos cuatro ciudadanos pakistaníes y un alemán, estarían involucrados en un plan de sabotaje que incluiría ataques a embajadas, hospitales, comandos policiales y centros de votación. Cabello también rectificó que una persona inicialmente identificada como búlgara es en realidad de origen serbio y tiene antecedentes penales.
La Plataforma Unitaria Democrática, que agrupa a los principales partidos opositores, no ha emitido aún una declaración oficial sobre la detención. Sin embargo, allegados a Guanipa han reiterado que se trata de una medida arbitraria para “desarticular el liderazgo opositor y sembrar miedo en la población” en vísperas de los comicios.
El arresto de Juan Pablo Guanipa se suma a una escalada represiva del gobierno de Maduro, denunciada por organizaciones de derechos humanos y sectores internacionales. En un contexto político cada vez más polarizado, la captura de uno de los principales aliados de María Corina Machado resuena como una advertencia al resto del liderazgo opositor.
