Una vista satelital muestra una descripción general del complejo subterráneo de Fordow, después de que Estados Unidos atacara la instalación nuclear subterránea (MAXAR TECHNOLOGIES/Distribuida vía REUTERS

Aunque Donald Trump proclamó el fin de la guerra entre Israel e Irán tras una ofensiva estadounidense que comparó con Hiroshima, la tregua alcanzada es incierta, mientras crecen las tensiones diplomáticas, los ataques colaterales continúan y el programa nuclear iraní sigue generando alarma global.

Washington D.C. – 25 de Junio de 2025

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, proclamó este miércoles 25 de junio el fin del conflicto entre Israel e Irán, tras una operación militar que devastó parte de las instalaciones nucleares iraníes. A pesar del anuncio de un alto al fuego, la situación sigue siendo inestable, con nuevas víctimas civiles, tensiones diplomáticas y advertencias sobre una posible reanudación del programa nuclear iraní.

“Este ataque terminó la guerra”, dijo Trump en Washington D.C. En declaraciones que despertaron polémica, el mandatario comparó la operación con los bombardeos atómicos sobre Hiroshima y Nagasaki en 1945, afirmando que, al igual que entonces, la devastación aceleró el fin del conflicto y salvó vidas.

“Fue una destruccióni total”, dijo Trump, refiriéndose a las instalaciones de enriquecimiento de uranio en Fordo, Natanz e Isfahán, que fueron blanco de ataques con 14 bombas guiadas lanzadas por aviones estadounidenses. Según el presidente, los iraníes “tardarán décadas” en reconstruir esos centros, lo que alejaría la posibilidad de que Teherán produzca armamento nuclear en el corto plazo.

Sin embargo, el informe del Pentágono contradice esta narrativa. De acuerdo con analistas de inteligencia, los daños serían significativos, pero no irreversibles, y solo retrasarían el programa atómico “unos meses”. Irán, por su parte, reconoció que las instalaciones fueron “gravemente dañadas”, pero aseguró que el desarrollo nuclear continuará.

La reacción de Teherán no se hizo esperar. El Parlamento iraní aprobó de forma preliminar una ley para suspender la cooperación con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), lo que podría dificultar las inspecciones y aumentar la desconfianza internacional. El proyecto aún debe ser ratificado por el Consejo Supremo de Seguridad Nacional.

Rafael Grossi, director del OIEA, aseguró desde Viena que su “prioridad número uno” es que los inspectores regresen a las instalaciones iraníes para verificar la situación y controlar las reservas de uranio enriquecido. “Este paso puede conducir a una solución diplomática”, sostuvo.

En el plano militar, la tregua sigue tambaleando. El ejército israelí mató a al menos 74 personas en Gaza en las últimas 24 horas, según datos del Ministerio de Salud gazatí. Mientras tanto, Hamás reivindicó la muerte de siete soldados israelíes en una emboscada en Jan Yunis, lo que evidencia que el conflicto armado sigue activo en otros frentes.

Militantes palestinos de Hamás montan guardia el día de la liberación de cuatro mujeres soldado israelíes, retenidas en Gaza desde el mortífero atentado del 7 de octubre de 2023 (REUTERS/Dawoud Abu Alkas)

Las imágenes provenientes de Teherán revelan escenas de destrucción y dolor: ciudadanos iraníes sobreviven entre escombros, como Asadolah Moghadam, cuya esposa murió durante un bombardeo israelí a la prisión de Evin. La ONU calificó el ataque como una “grave violación del derecho internacional humanitario”.

A nivel diplomático, el anuncio de tregua entre Irán e Israel —propuesto por Trump— ha sido saludado con escepticismo. Aunque ambos gobiernos afirmaron que respetarán el alto al fuego si la otra parte lo hace, continúan las acusaciones cruzadas por supuestas violaciones. Trump instó a Tel Aviv a detener los ataques y advirtió: “Israel, no lancen esas bombas. Traigan a sus pilotos a casa, ya”.

La OTAN también se involucró. Su secretario general, Mark Rutte, felicitó a Trump por su “acción decisiva” y calificó el bombardeo como “crucial” para acabar con la amenaza nuclear iraní. Pero Irán respondió con dureza, tachando sus declaraciones de “vergonzosas” e “irresponsables”.

En paralelo, el precio del petróleo cayó bruscamente tras el anuncio de alto al fuego, al disiparse el riesgo de una escalada mayor en la región. Sin embargo, los mercados siguen atentos al desenlace de un conflicto que ha causado cientos de muertos y elevado la tensión global.

Estados Unidos anunció que la próxima semana podría haber una reunión con Irán. Trump dijo que se podría firmar un acuerdo, aunque aclaró: “A mí me da igual si lo hacemos o no. Lo único que queremos es que no tengan armas nucleares”.

El conflicto, iniciado el 13 de junio con un ataque israelí a infraestructura nuclear iraní, parece haber llegado a una pausa. Pero con amenazas latentes, tensiones diplomáticas y una tregua aún endeble, el riesgo de una reactivación bélica persiste.

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