La industria cultural más emblemática de Estados Unidos enfrenta una crisis que va más allá del fuego.
La ciudad de las estrellas, envuelta en humo y llamas, muestra un rostro distinto: el de la vulnerabilidad. En enero de 2025, los incendios forestales en California alcanzaron su pico más devastador, consumiendo vastas áreas de Hollywood. No fue solo un golpe ambiental; fue un ataque directo al corazón cultural de una nación que se autoproclama líder del entretenimiento global.
Los Angeles, Estados Unidos – Lejos de la frivolidad que suele asociarse con Hollywood, esta vez la respuesta fue otra. Los teatros cerraron, las cámaras se apagaron, y los artistas se arremangaron.
En el Teatro Hollywood Bowl, se organiza el concierto FireAid, donde figuras como Billie Eilish, Lady Gaga y Katy Perry cantaran por la reconstrucción. Vecinos, productores y técnicos dejaron de lado las jerarquías para repartir suministros y organizar albergues. Hollywood, por una vez, no brillaba. Resistía.
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“Es un momento de unidad para todos los que viven y trabajan aquí. Ya no somos estrellas, sino personas que defienden su hogar”, declaró un técnico de iluminación que perdió su casa.
Sin embargo, no solo el fuego fue el enemigo. En palabras de Kristin Crowley, jefa de bomberos de Los Ángeles, el problema es también económico: “Con un recorte de 17 millones en nuestro presupuesto, simplemente no podemos responder como deberíamos”. Mientras tanto, 75 camiones de bomberos quedaron inoperativos por reparaciones atrasadas. “La ciudad destinó 1.300 millones a programas sociales, pero los servicios de emergencia quedaron desprotegidos”, denuncian los críticos.
En un contexto de temperaturas que superaron los 18°C, baja humedad y los temibles vientos de Santa Ana, la tragedia parecía inevitable.
Sin embargo, el 2025 no es el primer año de advertencias ignoradas. Organizaciones climáticas han señalado que, sin políticas agresivas, estos eventos serán la nueva normalidad.
La cobertura mediática mostró contrastes interesantes. Mientras los medios norteamericanos destacaron la resiliencia de la industria cultural, en Europa la narrativa se centró en los efectos del cambio climático y en la aparente indiferencia de las políticas públicas. En Latinoamérica, en cambio, el enfoque estuvo en la solidaridad comunitaria como lección global.
“La industria que siempre exporta glamour ahora exporta cenizas”, sentenció un editorial británico.
Hollywood se reconstruirá, de eso no hay duda. Pero las heridas tardarán más en sanar. Si algo quedó claro, es que ni siquiera las grandes estrellas pueden evitar las consecuencias de una combinación mortal de negligencia política y un planeta en crisis.
Notas al pie:
Declaraciones de Kristin Crowley extraídas de su cuenta oficial de Twitter (@ChiefCrowleyLAFD).
Datos climáticos proporcionados por el Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos (NOAA).
Eventos de FireAid reportados por Los Angeles Times, 16 de enero de 2025.
