
EE.UU. condiciona su apoyo militar a la explotación de recursos ucranianos
28/02/2025
Washington DC, Estados Unidos – La esperada reunión entre el presidente Donald Trump y Volodímir Zelenski terminó en un escándalo diplomático transmitido en vivo desde la Casa Blanca. Lejos de reforzar la alianza con Ucrania, el presidente estadounidense puso sobre la mesa una oferta de alto voltaje: recursos minerales a cambio de armas.
«Hemos dado equipos excelentes, pero alguien debe pagar por ello. Es un trato justo. Si no aceptan, retiraremos el apoyo. Están jugando con la Tercera Guerra Mundial», disparó el presidente Trump, sin pestañear, mientras Zelenski se esforzaba por mantener la calma.
El trasfondo de la discusión no podía ser más delicado. Con un 18% de su territorio ocupado y la guerra en su tercer año, Ucrania se aferra a la ayuda de Occidente para resistir la ofensiva rusa. Pero el precio de esa ayuda podría ser su soberanía sobre sus propios recursos.
Según documentos filtrados a The Washington Post y Financial Times, el acuerdo que el presidente Trump impulsaba permitiría a corporaciones estadounidenses la explotación de hasta el 60% de los yacimientos de litio y tierras raras en suelo ucraniano, minerales clave para la industria tecnológica y armamentística. Como contraprestación, EE.UU. garantizaría el suministro de armas y defensa aérea.
El choque televisado: Zelenski desafía al presidente Trump y la reunión termina en un portazo
Trump nos acaba de entregar uno de los momentos mas epicos de la politica de los ultimos 20 años.
— John P. Acquaviva (@JPAFS) February 28, 2025
"Estas apostando con la vida de millones de personas" pic.twitter.com/Se5e9hxQoZ
Si alguien esperaba una negociación diplomática, se equivocó. Desde el inicio, el tono fue de confrontación abierta.
El presidente Trump, en su clásica actitud de hombre de negocios implacable, exigió el 50% de las ganancias de la minería ucraniana a cambio de apoyo militar. Zelenski, visiblemente tenso, no tardó en rechazar la propuesta.
«No somos un supermercado de recursos. Si misiles cayeran en Texas o Ohio, entenderían por qué esto es inaceptable», replicó el mandatario ucraniano, endureciendo el tono.
El golpe más duro llegó cuando Zelenski desafió al vicepresidente J.D. Vance a visitar el frente de guerra. «Venga a ver a niños muriendo bajo bombas rusas», le espetó. Pero Vance, fiel a la línea dura del presidente Trump, solo respondió con frialdad: «La gratitud no se negocia, señor Presidente».
El punto de quiebre se produjo cuando el presidente Trump, irritado por la negativa de Zelenski, se levantó abruptamente y abandonó la sala sin estrecharle la mano, murmurando un sarcástico «Increíble» ante las cámaras. La imagen recorrió el mundo en cuestión de minutos.
Detalles del acuerdo secreto: una bomba política en Washington y Kiev
Un documento filtrado por Financial Times ha destapado un acuerdo secreto entre Estados Unidos y Ucrania, desatando una crisis política en ambas capitales. Las cláusulas reveladas han provocado indignación tanto en Europa como en Ucrania: empresas estadounidenses como Lockheed Martin, Tesla y ExxonMobil obtendrían derechos exclusivos sobre el 60% de los yacimientos de litio y tierras raras del país eslavo. Además, el 50% de los ingresos generados por la minería ucraniana se destinaría al Tesoro de EE.UU. como «retribución por asistencia de seguridad acumulada», mientras que Ucrania quedaría impedida de firmar acuerdos con China o la Unión Europea.
Con un plazo límite impuesto a Zelenski —las 20:00 ET del jueves—, la filtración ha puesto a Kiev en una encrucijada. Think tanks europeos denuncian que esto transformaría a Ucrania en un «protectorado económico de EE.UU.», y asesores de Zelenski advierten que violaría la Constitución. «Es una extorsión en plena guerra», afirmó Mykhailo Podoliak, asesor presidencial ucraniano.
¿Nuevo orden mundial?
Este episodio trasciende el escándalo político y apunta a un cambio estructural en las relaciones internacionales. Primero, la doctrina del presidente Trump redefine la solidaridad como una transacción financiera, marcando, según Ian Bremmer del Eurasia Group, «el fin del orden liberal liderado por EE.UU. tras 1945». En Estados Unidos, el senador Lindsey Graham respaldó esta postura al afirmar que «no hay nada malo en pedir reciprocidad», aunque The Wall Street Journal criticó el 50% de los ingresos como un exceso que daña la credibilidad del país. En contraste, el demócrata Chris Murphy lo calificó de «chantaje descarado».
Segundo, Ucrania enfrenta un riesgo crítico: sin apoyo militar estadounidense, el Institute for the Study of War estima que Kiev podría perder posiciones clave en 6 a 8 meses. Tercero, China y Rusia ganan terreno, con Pekín ofreciendo un «acuerdo sin condiciones» ligado a su Iniciativa del Cinturón y Ruta.
Próximas horas
El desenlace de esta crisis se definirá pronto. Zelenski dará un discurso ante el Congreso en Kiev para reafirmar su postura, mientras Trump prepara un anuncio en Truth Social. La OTAN, por su parte, convocó una reunión urgente en Bruselas para debatir cómo sostener militarmente a Ucrania sin depender de Washington. Este ultimátum no solo pone en jaque el futuro de Ucrania, sino que revela una fractura en Occidente. Mientras la Casa Blanca adopta un pragmatismo económico implacable, Kiev lucha por su independencia en todos los frentes: militar, político y ahora económico. Lo ocurrido en la Sala Oval es un síntoma de un nuevo orden global en gestación, con el mundo atento a sus implicaciones.