El Departamento de Estado de EE.UU. elevó al máximo su alerta de viaje a Venezuela, advirtiendo a sus ciudadanos que abandonen el país inmediatamente ante el peligro de detenciones arbitrarias, tortura y colapso institucional. La advertencia implica que no habrá asistencia consular bajo ninguna circunstancia.

Washington DC, 12 de mayo de 2025

El Gobierno de Estados Unidos instó este lunes a todos sus ciudadanos y residentes legales a salir de Venezuela “de inmediato”, advirtiendo un riesgo extremo de detención arbitraria, tortura, terrorismo y colapso de servicios esenciales. La alerta de viaje fue elevada al nivel 4, el más alto, que se traduce como: “No viajar bajo ninguna circunstancia”.

La actualización, publicada por el Departamento de Estado, subraya que Estados Unidos no tiene presencia diplomática en Venezuela desde marzo de 2019, lo que imposibilita la asistencia consular o de emergencia para quienes permanezcan en territorio venezolano. “No hay forma segura de viajar a Venezuela. La única opción segura es no ir”, señala el comunicado.

Entre los motivos citados están los altos índices de criminalidad, la represión violenta a protestas, el deterioro del sistema de salud y, de forma particular, el riesgo de detención injusta, incluso para personas que porten doble nacionalidad o ingresen con pasaportes de terceros países.

“Fuerzas de seguridad venezolanas han detenido a ciudadanos estadounidenses durante años sin acceso legal ni contacto familiar. Hay denuncias de tortura, golpizas, aislamiento prolongado y tratos inhumanos”, advierte el texto.

El Departamento de Estado informa que no es notificado cuando un ciudadano es arrestado en Venezuela, y los detenidos no pueden contactar a sus familias ni contratar abogados independientes. La detención puede prolongarse por años, incluso sin cargos ni juicio.

Organizaciones de derechos humanos han respaldado las acusaciones, documentando métodos de tortura como asfixia, golpizas y aislamiento prolongado.

La alerta resalta que ni siquiera el trayecto hacia el Aeropuerto Internacional de Maiquetía es seguro, por el alto riesgo de asaltos, secuestros y violencia. Además, intentar ingresar sin una visa válida puede implicar detención inmediata e indefinida, ya que Venezuela no emite visados a la llegada.

También se advierte contra cruzar fronteras terrestres, especialmente hacia Colombia o Brasil, donde operan grupos armados irregulares.

La advertencia subraya el colapso del sistema de salud venezolano. Los hospitales carecen de medicamentos, insumos básicos, agua y electricidad. Se recomienda a quienes, pese a todo, insistan en viajar, llevar todos los medicamentos necesarios y vacunas actualizadas, así como medidas profilácticas contra la malaria.

“Hasta una emergencia médica menor puede transformarse en una situación crítica en Venezuela”, se afirma.

Para quienes ya estén en el país, el gobierno de EE.UU. recomienda medidas extremas: preparar un testamento, designar beneficiarios de seguros, contratar seguridad privada, establecer un sistema de códigos para confirmar si una persona sigue viva, y asumir que no recibirán ayuda diplomática bajo ninguna circunstancia.

El contexto de esta alerta coincide con el reciente rescate de opositores venezolanos que estaban asilados en la embajada argentina en Caracas, así como con acusaciones cruzadas entre ambos gobiernos sobre detenciones arbitrarias, deportaciones y violaciones a los derechos humanos.

Rehenes estadounidenses liberados en enero de 2025. Foto: AFP

Con esta nueva advertencia, Estados Unidos reitera que Venezuela representa uno de los destinos más peligrosos del mundo para sus ciudadanos. La ausencia de garantías legales, la posibilidad real de tortura, el caos institucional y la falta de asistencia consular configuran un escenario en el que, según el gobierno estadounidense, la única opción sensata es evacuar de inmediato.

Este no es el primer capítulo de tensiones diplomáticas entre Caracas y Washington. En los últimos años, la relación bilateral ha estado marcada por sanciones económicas, ruptura de relaciones consulares y denuncias cruzadas sobre violaciones a la soberanía. Sin embargo, el caso de los cinco opositores refugiados en la embajada argentina en Caracas se convirtió en un símbolo particularmente sensible para la comunidad internacional, al evidenciar el alcance de la represión política en Venezuela y los límites del derecho de asilo ante un régimen que no reconoce garantías básicas.

La operación de rescate liderada por Estados Unidos y celebrada por líderes como Donald Trump y Javier Milei se inscribe en una escalada geopolítica en la que la dictadura de Nicolás Maduro no solo persigue a sus adversarios dentro del país, sino que también presiona a las representaciones extranjeras que los protegen. Desde que María Corina Machado surgió como una figura opositora con amplio respaldo popular, el chavismo redobló la persecución contra su entorno, forzando a varios de sus colaboradores a buscar refugio en embajadas aliadas, como la argentina, que desde la gestión de Milei adoptó un tono frontal contra el régimen bolivariano.

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