

18/03/2025
Estados Unidos – Durante una visita al Centro John F. Kennedy para las Artes Escénicas el lunes, Trump prometió que el gobierno haría públicos todos los documentos sobre el asesinato el martes por la tarde, generando una respuesta inmediata y frenética en la División de Seguridad Nacional del Departamento de Justicia.
Menos de media hora después del anuncio, la Oficina de Inteligencia del Departamento de Justicia movilizó recursos para cumplir con la orden. Según fuentes cercanas, todos los abogados de la sección de operaciones tuvieron que realizar una «segunda revisión» de los documentos, a pesar de que el FBI ya había llevado a cabo una evaluación inicial de desclasificación. Abogados de toda la División de Seguridad Nacional trabajaron durante toda la noche revisando cientos de páginas de documentos, con la excepción de aquellos con arrestos o labores inminentes.
Trump reafirmó su intención de no censurar ninguna información, declarando: «No creo que vayamos a tachar nada. Dije: ‘No redacten. No pueden redactar’.» Esta medida cumple con una orden ejecutiva que firmó en enero, la cual exige la liberación «completa y total» de los registros relacionados con el asesinato de Kennedy, en un esfuerzo por poner fin a décadas de espera y especulación pública.
El proceso de desclasificación llega a su fin tras más de 30 años de espera
Se espera que alrededor de 80,000 documentos relacionados con el asesinato de Kennedy sean publicados. Sin embargo, historiadores y expertos no anticipan revelaciones explosivas que cambien la narrativa oficial. Desde que Trump asumió el cargo, ordenó la liberación de estos archivos, junto con los documentos relacionados con los asesinatos de Robert F. Kennedy y Martin Luther King Jr., ambos ocurridos en 1968. A pesar de la promesa de transparencia, algunos documentos permanecieron clasificados bajo las excepciones otorgadas por el expresidente Joe Biden.
Fredrik Logevall, biógrafo de JFK, señaló que, aunque los documentos pueden contener información útil, es poco probable que «transformen dramáticamente nuestra comprensión» del asesinato. Por su parte, Kevin Boyle, profesor de historia en la Universidad Northwestern, destacó que ya se han hecho públicos más de 300,000 documentos relacionados con el caso y que el material restante no revelará «nada nuevo» sobre el asesinato de Kennedy.
El proceso de desclasificación de estos documentos comenzó en 1992, cuando el Congreso aprobó una ley que exigía la divulgación de los archivos a menos que el presidente considerara que esto afectaría la seguridad nacional. La fecha límite original para la publicación de los documentos fue en 2017, durante el primer mandato de Trump. En ese momento, Trump ordenó una revisión de las implicaciones para la seguridad nacional y decidió mantener algunos documentos bajo secreto debido a preocupaciones relacionadas con la aplicación de la ley y asuntos exteriores.
El nuevo decreto de Trump otorga al Director de Inteligencia Nacional y al Fiscal General un plazo de 15 días para presentar un plan que garantice la liberación total y completa de los registros relacionados con el asesinato de Kennedy. Para los documentos relacionados con los asesinatos de King y Robert F. Kennedy, el plazo es de 45 días.

Expertos dudan que los archivos desclasificados cambien la narrativa oficial del asesinato de Kennedy
A pesar de la evidencia oficial, una gran parte de la población estadounidense sigue sin aceptar la conclusión de que Lee Harvey Oswald actuó solo. Las teorías conspirativas han proliferado durante las últimas seis décadas, alimentadas por películas, libros y páginas web. Según encuestas de Gallup, más del 50 % de los estadounidenses creen que más de una persona estuvo involucrada en el asesinato de Kennedy.
En 1979, un comité especial de la Cámara de Representantes concluyó que Kennedy «probablemente fue asesinado como resultado de una conspiración», aunque no pudo identificar a los posibles conspiradores. Este informe aumentó aún más las sospechas públicas y dejó la puerta abierta a innumerables teorías que cuestionan la versión oficial.
Con la inminente publicación de los archivos restantes, el gobierno de Trump busca cerrar un capítulo histórico que ha generado décadas de especulación. Sin embargo, la expectativa de encontrar pruebas concluyentes que cambien radicalmente la narrativa oficial parece poco probable, según los expertos.