China, India y Rusia ya frenaron sus importaciones, mientras otros países evalúan sumarse ante la presión económica

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27/03/2025

Caracas, Venezuela – La dictadura de Nicolás Maduro enfrenta un nuevo cerco económico tras la imposición de aranceles del 25% por parte de Estados Unidos a los países que compren petróleo venezolano.

Anunciada por un decreto del presidente Donald Trump, la medida, que entrará en vigor el 2 de abril, ya ha generado un impacto significativo: China, India y Rusia, tres de los principales compradores de crudo venezolano, han suspendido sus importaciones, mientras otros países evalúan seguir el mismo camino para evitar las sanciones económicas.

Un golpe directo a las finanzas del régimen

El decreto de Trump, emitido el 24 de marzo, establece que cualquier país que importe petróleo o gas de Venezuela enfrentará un arancel del 25% sobre todos sus bienes exportados a Estados Unidos. Esta medida, que busca asfixiar financieramente al régimen de Maduro, ha sido calificada por el gobierno venezolano como «arbitraria e ilegal».

Sin embargo, su efecto ya se siente: China, que en 2024 adquirió el 55% de las exportaciones petroleras venezolanas (503,000 barriles por día), suspendió sus compras, según reportes de prensa. India, que importó 22 millones de barriles en 2024, y Rusia, a través de Rosneft Trading SA, también han detenido sus operaciones con Petróleos de Venezuela (PDVSA), temiendo las repercusiones económicas en su comercio con Estados Unidos

Países que podrían sumarse al boicot

Otros países que históricamente han comprado petróleo venezolano, como España, Singapur, Vietnam y varias islas del Caribe, están evaluando suspender sus importaciones para evitar los aranceles.

España, que en 2024 importó cerca de 60,000 barriles por día, y Singapur, un centro clave para el comercio de crudo, enfrentan un dilema: continuar con Venezuela podría significar un aumento del 25% en los aranceles de sus exportaciones a Estados Unidos, un mercado crucial para ambos. En el caso de las islas caribeñas, que dependen del programa Petrocaribe para obtener petróleo a precios preferenciales, la presión económica podría forzarlas a buscar alternativas, como el crudo ruso, que, según analistas, podría beneficiarse de esta reconfiguración del mercado.

El impacto en Venezuela y la respuesta de Maduro

La suspensión de compras por parte de China, India y Rusia representa un duro golpe para la economía venezolana, que depende del petróleo para el 90% de sus ingresos. Con una producción que en 2024 alcanzó los 921,000 barriles por día, la pérdida de estos mercados podría reducir drásticamente los ingresos del régimen, exacerbando la crisis humanitaria que ya ha forzado a más de 8 millones de venezolanos a emigrar desde 2014.

Maduro, en un discurso televisado el martes, rechazó las medidas de Trump, acusando a Estados Unidos de librar una «guerra económica» contra Venezuela. Sin embargo, su capacidad para contrarrestar el impacto de los aranceles es limitada, especialmente tras la extensión del plazo para que Chevron, la última gran petrolera estadounidense en el país, cierre sus operaciones hasta el 27 de mayo.

Un cerco que podría intensificarse

Analistas advierten que el cerco económico podría intensificarse si más países se suman al boicot. Estados Unidos, que en 2024 importó 228,000 barriles por día de crudo venezolano a través de Chevron, podría también suspender completamente sus compras una vez que finalice la licencia de la petrolera.

Esto dejaría a Maduro con pocos compradores viables, forzándolo a ofrecer descuentos aún mayores o a depender de aliados como Irán, cuya capacidad para absorber el crudo venezolano es limitada. Mientras tanto, la presión internacional sobre el régimen crece, con líderes globales y organismos como la Unión Europea y la Organización de Estados Americanos rechazando la legitimidad de Maduro tras las elecciones fraudulentas de 2024

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