El auge de la industria del cannabis: Impacto económico, social y científico en América Latina

Desde Estados Unidos hasta América Latina, la industria del cannabis ha demostrado un crecimiento significativo, con implicaciones económicas, científicas y regulatorias, especialmente en Argentina y su potencial en los cultivos rurales.

El cannabis ha dejado de ser una planta asociada exclusivamente con el consumo recreativo para convertirse en un motor económico clave en países como Estados Unidos, Uruguay y cada vez más en la región rioplatense. En Argentina, particularmente en provincias como Jujuy, el desarrollo de cultivos y las investigaciones científicas están posicionando al país en un sector emergente con fuertes proyecciones.

21/01/2025

Buenos Aires, Argentina – La industria del cannabis ha experimentado un proceso de expansión global que, en gran parte, ha sido impulsado por la legalización en mercados clave como Estados Unidos, donde las ventas de cannabis recreativo y medicinal alcanzaron cifras de más de USD 30 mil millones en 2023, según el informe de Prohibition Partners. Esta cifra resalta la importancia económica de este sector y el impacto directo que tiene sobre la economía a través de la generación de impuestos, empleos e inversiones.

En este contexto, es relevante destacar cómo los países de América Latina han comenzado a incorporar el cannabis tanto en la medicina como en el mercado recreativo. Uruguay lideró la legalización en 2013, creando un mercado controlado y regulado que ha producido resultados económicos notables, como el aumento de más de USD 1.3 mil millones en ingresos fiscales desde la implementación de la ley. Además, el país se ha convertido en un referente mundial en cuanto a la regulación y el control del cannabis.

En Argentina, el panorama es diferente. Aunque el cannabis recreativo sigue siendo ilegal, el cannabis medicinal fue legalizado en 2020, y el país ha comenzado a experimentar con cultivos rurales destinados a la producción de cannabis medicinal, especialmente en provincias como Jujuy. Esta región, debido a su clima adecuado, se ha posicionado como una de las principales áreas productivas de cannabis en Argentina. Según Elisa Guijarro, investigadora de I+D Cannabis en Buenos Aires, «La infraestructura agrícola en Jujuy es ideal para el cultivo de cannabis, y hay un gran potencial para desarrollar una industria robusta que puede contribuir a la economía local.»

Además de los cultivos, Argentina ha comenzado a invertir en investigación científica, con universidades como la Universidad Nacional de La Plata liderando estudios sobre los beneficios terapéuticos del cannabis y su impacto en la salud. De acuerdo con un informe de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, las investigaciones realizadas en universidades argentinas se han centrado en la producción de cannabinoides, compuestos activos del cannabis que tienen aplicaciones en el tratamiento de diversas enfermedades.

El impacto económico del cannabis en Argentina va más allá de la producción en sí. Con la incorporación del cannabis en la economía rural, se espera un aumento en la creación de empleo en áreas agrícolas y de investigación. Carlos Gutiérrez, economista especializado en mercados emergentes, destaca que «Si Argentina logra regular y promover adecuadamente el cannabis, podría convertirse en un exportador clave de productos derivados, especialmente en el mercado europeo, que ha mostrado un crecimiento en la demanda de cannabis medicinal.»

Sin embargo, el camino hacia la plena legalización y el desarrollo de la industria del cannabis en Argentina y en la región no está exento de desafíos. La incertidumbre regulatoria sigue siendo uno de los obstáculos más grandes para la consolidación de este mercado. José María Fernández, director de la Asociación Latinoamericana de Cannabis, advirtió: «Es necesario que los gobiernos de la región establezcan un marco regulatorio claro y eficiente que permita a la industria crecer de manera segura y rentable. Sin esta base sólida, el mercado ilegal continuará siendo una competencia significativa.»

En términos sociales, el cannabis sigue siendo un tema divisivo en muchos países, especialmente en América Latina, donde la resistencia cultural y las percepciones negativas sobre el uso recreativo de la planta son aún fuertes. Sin embargo, el avance en la legislación y la regulación, como en Uruguay, ha demostrado que una regulación adecuada puede no solo reducir los efectos negativos asociados con el consumo, sino también fomentar el desarrollo de una industria legal.

El impacto de la industria del cannabis va más allá de los ingresos fiscales y el empleo; también plantea una serie de cuestiones sobre cómo los países de América Latina manejarán el equilibrio entre la regulación y el mercado ilegal. En este sentido, la experiencia de Uruguay se presenta como una referencia crucial, aunque cada país de la región tiene sus propios desafíos y dinámicas socioculturales.

A nivel científico, la creciente inversión en la investigación del cannabis, desde las propiedades medicinales hasta las técnicas de cultivo, está abriendo nuevas oportunidades. En el ámbito universitario, se están realizando pruebas en laboratorios argentinos para evaluar el uso terapéutico del cannabis en enfermedades como la epilepsia, el cáncer y el dolor crónico, lo que posiciona a Argentina como un líder potencial en la ciencia del cannabis en la región.

La industria del cannabis está consolidándose como una de las más dinámicas y con mayores perspectivas de crecimiento en el ámbito global. En América Latina, países como Uruguay, Chile y Argentina están dando pasos decisivos para integrarse al mercado mundial de cannabis. La capacidad para regular eficazmente esta industria será fundamental para su éxito. En Argentina, la consolidación de la industria del cannabis dependerá tanto de la capacidad del país para desarrollar infraestructura agrícola como de la coordinación entre los sectores público y privado para garantizar una regulación eficiente y un entorno económico favorable.