14/01/2025
Caracas, Venezuela – En los últimos días, Venezuela ha vuelto a ser el foco de atención internacional debido a la controversia sobre la juramentación de Nicolás Maduro para un tercer mandato, después de que el presidente electo Edmundo González Urrutia fuera impedido de asumir el cargo que, según la oposición y varios gobiernos, le corresponde legítimamente tras el resultado electoral del 28 de Julio . Este impasse ha llevado a debates sobre la viabilidad y la necesidad de una intervención humanitaria.
El Hilo Constitucional Roto
La juramentación de Nicolás Maduro el 10 de enero de 2025 ha sido vista por muchos como un golpe de Estado constitucional, ya que se llevó a cabo a pesar de las denuncias de fraude electoral y la proclamación de González como ganador por parte de la oposición y varias naciones democráticas. Este acto ha roto el hilo constitucional, argumentan analistas, dejando en una situación de ilegitimidad a la administración de Maduro.
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Edmundo González y el Impedimento
Edmundo González, reconocido por numerosos países como el presidente electo, no pudo regresar a Venezuela para asumir su cargo debido a la cerrada vigilancia y el despliegue militar que precedieron y siguieron a la investidura de Maduro. La negación del espacio aéreo y el cierre de fronteras han sido señalados como medidas represivas para evitar cualquier intento de transición pacífica.
El Caso Yacasivzla
El movimiento «Ya Casi Venezuela» ha captado la atención internacional con su campaña para derrocar al gobierno de Maduro. Este movimiento, respaldado por figuras como el exmilitar estadounidense Erik Prince y con un claro objetivo de recaudar fondos para acciones contra el régimen, ha generado una mezcla de esperanza y escepticismo. La iniciativa, que incluye promesas de cambio y una cuenta regresiva que culminó en la apertura de una plataforma de donaciones, ha sido criticada por su falta de transparencia y por las acusaciones de potenciales estafas, aunque también ha motivado a muchos venezolanos dentro y fuera del país a participar en lo que perciben como la última esperanza para la liberación de Venezuela.
Llamados desde Colombia y la Coordinación con Bukele
Desde Colombia, el expresidente Iván Duque ha instado a González a convocar una intervención humanitaria, argumentando que la comunidad internacional debe actuar para proteger los derechos humanos y restablecer el orden democrático. Paralelamente, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha mostrado apoyo implícito a través de mensajes en redes sociales, sugiriendo una coordinación regional para enfrentar la crisis venezolana.
El Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR):
El TIAR, firmado en 1947, ha sido mencionado como una posible herramienta para abordar la crisis venezolana. Aunque Venezuela se retiró del tratado en 2012, la Asamblea Nacional opositora intentó reintegrar al país en 2019. La activación del TIAR requeriría de un consenso entre los países miembros para considerar la situación en Venezuela como una amenaza a la paz y la seguridad del continente. Sin embargo, debido a la naturaleza interna del conflicto y la falta de una agresión externa, la aplicabilidad del TIAR es cuestionada, dado que su diseño original era para responder a ataques entre estados, no para intervenir en crisis internas.
Intervención Humanitaria
La idea de una intervención humanitaria se basa en la obligación moral y legal de prevenir una crisis humanitaria de mayores proporciones. La comunidad internacional, especialmente los países del sistema interamericano, ha sido invitada a considerar esta opción seriamente. Sin embargo, cualquier intervención debe ser avalada por organismos internacionales, como la ONU, para garantizar su legalidad y apoyo multilateral.
El debate se centra en si una intervención podría realmente lograr un cambio sin aumentar la volatilidad en la región. La complejidad de la situación requiere no solo de una evaluación de las consecuencias humanitarias, sino también de las implicaciones políticas y diplomáticas de tal acción.
La Defensa Armada de Maduro
Nicolás Maduro ha declarado públicamente que Venezuela está preparada para una defensa armada en caso de ser necesario, afirmando que cuenta con el respaldo de Cuba y Nicaragua. Durante la clausura del Festival Mundial Internacional Antifascista, Maduro subrayó que «Venezuela se va preparando junto con Cuba y Nicaragua para si algún día tenemos que tomar las armas para defender el derecho a la paz y la soberanía». Esta declaración se interpreta como una estrategia de Maduro para fortalecer su posición ante las críticas y posibles acciones internacionales, apoyándose en una alianza regional con estos dos países que comparten su ideología política.
