El cardenal Robert Francis Prevost, elegido como León XIV, se convierte en el primer Papa estadounidense, marcando un hito con su visión bicultural.
9 de mayo de 2025
Ciudad del Vaticano — León XIV, antes Robert Francis Prevost, hizo historia al convertirse en el primer Papa estadounidense, un hito que combina su origen en Chicago con su trayectoria pastoral en América Latina, abriendo un nuevo capítulo para la Iglesia Católica.
Un Hito Histórico: El Primer Papa Estadounidense
El 8 de mayo de 2025, el cardenal Robert Francis Prevost fue elegido como el 267º Papa de la Iglesia Católica, adoptando el nombre de León XIV. Nacido en Chicago en 1955, Prevost, de 70 años, es también ciudadano peruano por su labor pastoral en América Latina, donde dedicó décadas a comunidades marginadas. Su elección tras un cónclave de tres días marcó un giro en la tradición vaticana, al ser el primer pontífice de Estados Unidos y el segundo de las Américas, tras Papa Francisco.
Trayectoria de Servicio en las Periferias
Prevost forjó su reputación como defensor de los derechos humanos trabajando con comunidades vulnerables en Perú y Argentina. Desde 1985, sirvió como misionero en Chiclayo, Perú, donde coordinó esfuerzos para asistir a refugiados venezolanos durante la crisis migratoria de 2018. En 2015, fue nombrado obispo de Chiclayo, y en 2023, Papa Francisco lo llamó a Roma como prefecto del Dicasterio para los Obispos, un puesto clave en el gobierno vaticano. Su manejo de español, inglés, e italiano, junto con su cercanía a las periferias, lo posicionó como un candidato destacado entre los cardenales reformistas.
El Significado de su Nombre: Un Legado de Justicia Social
Al elegir el nombre León XIV, Prevost evoca a León XIII (1878-1903), autor de la encíclica Rerum Novarum, que abordó la justicia social y criticó tanto el capitalismo desenfrenado como el socialismo radical, y a León I, quien en el siglo V defendió a Roma de Atila el Huno. Según el catedrático peruano Eduardo Galarza, este nombre sugiere un compromiso con los problemas sociales contemporáneos, como la desigualdad y la pobreza, alineándose con los ideales de León XIII. Su lema, “Una Iglesia pobre al servicio de los pobres”, refuerza esta visión, resonando con su trayectoria de servicio.
Reacciones Globales: Un Puente entre Continentes
La elección de León XIV generó reacciones positivas en América Latina y Estados Unidos. En Perú, donde trabajó por 20 años, el arzobispado de Lima lo describió como un “pastor cercano” que comprende las realidades de la región. En Argentina, cuna de Papa Francisco, se destacó la continuidad de un papado con “sensibilidad latinoamericana”. En Estados Unidos, la vicepresidenta Kamala Harris elogió su “vocación por la equidad”, subrayando su potencial para fortalecer el diálogo entre el Vaticano y los gobiernos americanos.
Expectativas y Desafíos para su Pontificado
Analistas anticipan que León XIV abordará temas como la migración, el cambio climático, y la desigualdad desde una perspectiva bicultural. Su experiencia en Perú, donde trabajó con refugiados y comunidades marginadas, y su origen estadounidense podrían revitalizar comunidades católicas en zonas secularizadas. Sin embargo, hereda una Iglesia en transición, enfrentando desafíos como la crisis de abusos sexuales, la polarización interna, y las tensiones con sectores conservadores. Su primer mensaje, “La fe se vive en servicio”, sugiere un enfoque centrado en la acción social y el diálogo global.
Un Papa Global con Raíces Profundas
León XIV no es solo un Papa estadounidense; es un líder con raíces profundas en América Latina, lo que lo convierte en un puente entre continentes. Su pontificado promete combinar la fortaleza simbolizada por León I con la justicia social de León XIII, marcando un capítulo audaz en la historia de la Santa Sede. Mientras el mundo espera sus primeras decisiones, su elección ya ha generado esperanza en quienes ven en él un Papa capaz de enfrentar los retos del siglo XXI con una visión renovada.
