Siete chilenos enfrentan cargos en Florida por robar más de dos millones de dólares en joyas y bienes de lujo a Travis Kelce, Patrick Mahomes y otros atletas de élite. Descubre cómo operaba esta red criminal sudamericana y qué los delató

19/02/2025
Estados Unidos – Una banda integrada por siete ciudadanos chilenos fue desmantelada en Tampa, Florida, tras ser acusada de una serie de robos de alto perfil dirigidos a residencias de estrellas del deporte en Estados Unidos. Entre las víctimas se encuentran Travis Kelce, el reconocido jugador de los Kansas City Chiefs y pareja de la superestrella Taylor Swift, y Patrick Mahomes, quarterback del mismo equipo y una de las figuras más destacadas de la NFL. Las autoridades estiman que el grupo sustrajo bienes valuados en más de dos millones de dólares, incluyendo joyas, relojes de lujo y dinero en efectivo, en una operación que abarcó varias ciudades.

Quienes son los chilenos involucrados
Los arrestados, identificados como Pablo Zúniga Cartes (24), Ignacio Zúniga Cartes (20), Bastián Jiménez Freraut (27), Jordán Quiroga Sánchez (22), Bastián Orellano Morales (23), Alexander Huiaguil Chávez (24) y Sergio Ortega Cabello (38), ingresaron al país en situación migratoria irregular, según informó la fiscalía. Los robos ocurrieron el 6 y 7 de octubre de 2024, cuando Kelce y Mahomes estaban fuera de Kansas City, enfrentándose a los New Orleans Saints en un partido de la NFL. Aprovechando la ausencia de los deportistas, la banda irrumpió en sus hogares, llevándose objetos de gran valor.
El operativo policial
La investigación, liderada por el Departamento de Policía de Tampa y el FBI, reveló que los chilenos formaban parte de un “grupo de robo sudamericano” con un modus operandi claro: atacar residencias de atletas de la NFL y la NBA durante los días de juego, cuando las casas quedaban desprotegidas. Este patrón delictivo ya había sido detectado en otras ciudades, pero alcanzó notoriedad al afectar a figuras tan mediáticas como Kelce, cuya relación con Taylor Swift lo ha convertido en un blanco constante de la prensa.
Un elemento clave para la captura de los sospechosos fue su propia imprudencia. Según las autoridades, varios miembros de la banda publicaron fotos y videos en redes sociales luciendo las prendas y joyas robadas, lo que permitió a los investigadores rastrearlos. “Se delataron solos al mostrar su botín en plataformas públicas”, señaló un portavoz policial. Además, se encontraron evidencias físicas, como herramientas de robo y algunos de los objetos sustraídos, en poder de los detenidos.
El caso ha generado un revuelo internacional, especialmente por la conexión con Taylor Swift, quien no se encontraba en la residencia de Kelce al momento del robo, pero cuya relación con el jugador ha amplificado la atención mediática. Los cargos presentados contra los siete chilenos incluyen robo en primer grado, conspiración criminal y posesión de propiedad robada. De ser declarados culpables, podrían enfrentar hasta 20 años de prisión en Estados Unidos.
Impacto y reacciones
La noticia ha puesto en el foco la seguridad de las celebridades y el creciente fenómeno de bandas organizadas que operan a nivel transnacional. Travis Kelce, quien viene de una temporada intensa culminada con una derrota en el Super Bowl LIX ante los Philadelphia Eagles el 9 de febrero de 2025, no ha emitido comentarios públicos sobre el robo. Por su parte, Patrick Mahomes expresó su frustración en una breve declaración: “Es una violación que te hace replantearte muchas cosas”. Mientras tanto, los fans de Taylor Swift, conocidos como “Swifties”, han inundado las redes con mensajes de apoyo a Kelce, exigiendo justicia.
Este no es el primer caso de chilenos involucrados en robos en Estados Unidos. En los últimos años, las autoridades han advertido sobre el aumento de grupos sudamericanos especializados en delitos contra propiedades de alto valor, aprovechando la porosidad de las fronteras y la tecnología para planificar sus golpes. El arresto de esta banda podría ser un paso hacia el desmantelamiento de redes más amplias, aunque las investigaciones siguen en curso para determinar si hay más cómplices o víctimas no reportadas.